Con el chacachá del tren
Hola amigos:
Hoy he conseguido un ratito para bajar al café que tengo debajo de casa y actualizar el blog, de modo que os voy a meter unas cuantas entradas atrasadas. Las fotos otro día ¿jarashó (vale)?
¡QUÉ GUSTO DA VIAJAR CON EL CHACACHÁ DEL TREN…!
Hoy he conseguido un ratito para bajar al café que tengo debajo de casa y actualizar el blog, de modo que os voy a meter unas cuantas entradas atrasadas. Las fotos otro día ¿jarashó (vale)?
¡QUÉ GUSTO DA VIAJAR CON EL CHACACHÁ DEL TREN…!
Domingo 4 Abril 2008
Hola amigos:

Hoy viajamos a Mykolaiv y lo hacemos en un nuevo medio de transporte: el tren.
El tren larguísimo, larguísimo … y viejísimo, viejísimo, sobre todo por dentro. El interior de madera y con los asientos de “””eskai””” rojo, y en todos los suelos alfombras.
Aquí deben tener una fijación con las alfombras pues las ponen en todas partes, incluso allí en donde se ve a leguas que es absolutamente antihigiénico y absolutamente nada práctico como son los pasillos de un tren… Y no estamos hablando de moquete, sino de una “alfombrita” de menos de 50 cm de ancho y unos 20 m de largo que, como no, se arruga, se enrolla o se tropieza con las ruedas de las maletas.

El compartimento pequeño, pero suficiente. El baño, sin comentarios. Todo el interior del tren recuerda a los viejos “ Expresos Rías Bajas” que iban a Madrid desde Vigo. De expresos, por supuesto, sólo tenían el nombre, pues la velocidad era desesperante en el tramo gallego. Y el interior no se diferenciaba mucho, salvo en los colores y en lo de la alfombrita.

La estación? Hay estación de cercanías y de largo recorrido. La de largo recorrido está formada por dos edificios singulares, uno antiguo, de estilo Constructivista (del año ----) y el otro de estilo ultramoderno, construido en el año ---- y unido al primero por una enorme pasarela acristalada que en sí ya es una Terminal de trenes.
Aquí deben tener una fijación con las alfombras pues las ponen en todas partes, incluso allí en donde se ve a leguas que es absolutamente antihigiénico y absolutamente nada práctico como son los pasillos de un tren… Y no estamos hablando de moquete, sino de una “alfombrita” de menos de 50 cm de ancho y unos 20 m de largo que, como no, se arruga, se enrolla o se tropieza con las ruedas de las maletas.

El compartimento pequeño, pero suficiente. El baño, sin comentarios. Todo el interior del tren recuerda a los viejos “ Expresos Rías Bajas” que iban a Madrid desde Vigo. De expresos, por supuesto, sólo tenían el nombre, pues la velocidad era desesperante en el tramo gallego. Y el interior no se diferenciaba mucho, salvo en los colores y en lo de la alfombrita.


La estación? Hay estación de cercanías y de largo recorrido. La de largo recorrido está formada por dos edificios singulares, uno antiguo, de estilo Constructivista (del año ----) y el otro de estilo ultramoderno, construido en el año ---- y unido al primero por una enorme pasarela acristalada que en sí ya es una Terminal de trenes.
¿Cómo es posible, te preguntas, que en una estación de “estilo ultramoderno” y recién construida los pasajeros tengamos que peregrinar con nuestras maletas escaleras arriba y escaleras abajo hasta llegar al andén? Y no estamos hablando de escaleras mecánicas, sino de las otras, las de toda la vida, las que se suben a golpe de riñón. POS SÍ; ESAS!
Pero salvando esos primeros “obstáculos”, viajar en tren siempre tiene ese puntillo bohemio y más en este tren que nos recuerda a los gallegos otra época allá lejos, en el espacio y en el tiempo. Cuando ir de Vigo a Madrid nos llevaba 12 horas… Vaya como ahora ir de Kiev a Mykolaiv (unos 550 km en 11.30 horas!) . Eso sí, el precio del billete no se parece en nada, ya entonces era más caro ir de Vigo a Madrid que ahora ir de Mykolaiv a Kiev (300 gryvnas los tres, al cambio menos de 50 euros).
Dormimos lo que pudimos entre el “chachachá del tren” y los nervios por ir a ver a Misha después de 10 días…¿Cómo nos recibirá? ¿Se sentirá feliz o se enfadará porque no hemos ido a verle en todos esos días? Ya pronto estaremos juntos, lo sacaremos del orfanato y en muy pocos días viajaremos todos juntos a Vigo, a casa…

El paisaje que observamos por las ventanillas, el mismo de hace 10 días, pero mucho más alucinante: en estos días los campos se han vuelto de un intenso color amarillo. La puesta de sol preciosa, y el amanecer al día siguiente aún más, entre árboles…
Este es un país verde, muy verde, moteado de flores de todos los colores…Es un lugar precioso y se merece progresar e ingresar en eso que llamamos el primer mundo.
Este es un país verde, muy verde, moteado de flores de todos los colores…Es un lugar precioso y se merece progresar e ingresar en eso que llamamos el primer mundo.